En los últimos tiempos nos hemos acostumbrado a ver y a escuchar muchas palabras nuevas en telediarios, periódicos y redes sociales. Tanto es así que ya hemos normalizado hasta tal punto algunas de ellas que incluso las hemos incorporado a nuestro día a día. Sin duda, este es el caso de «sanitizar», una palabra tan común en la actualidad que no sabemos cómo pudimos haber sobrevivido tantos años sin ella. Pero ¿qué es exactamente sanitizar y en qué se diferencia de su prima hermana «desinfectar»?
La respuesta es mucho más simple de lo que crees y es que sencillamente sanitizar NO existe en nuestro idioma. Sí, lo sabemos, sanitizar suena muy bien y mucho más después de la gran campaña de normalización que los medios de comunicación le han hecho en los últimos meses, pero lo cierto es que en español contamos con un verbo mucho más común y correcto (que no anticuado) para referirnos a este proceso y es, nada más y nada menos, que «desinfectar».
Entonces ¿nos hemos inventado sanitizar?
No exactamente. Como seguramente ya habrás adivinado, la palabra sanitizar es un calco del verbo inglés sanitize y muy probablemente se ha colado en nuestro día a día debido a la influencia del idioma sajón en nuestras vidas.
¿Os suena eso de que las prisas son malas consejeras? Pues como os podéis imaginar el mundo del periodismo no es una excepción y, en un sector en el que las noticias se actualizan prácticamente a cada segundo, es fácil cometer errores y dejarse llevar por los calcos a la hora de traducir las últimas novedades o de informar sobre los sucesos más recientes. La redes sociales también cobran aquí especial protagonismo al difundir información prácticamente en tiempo real y nosotros hacemos el resto al dejarnos llevar por palabras similares. ¿Sanitize? ¡Sanitizar! ¡No problemo!
Los idiomas están vivos y eso es algo que se demuestra cada día con su gran flexibilidad y capacidad de adaptación. A nosotras nunca nos oiréis decir lo contrario, pero no olvidéis que es nuestra responsabilidad cuidar de nuestro idioma y mantenerlo libre de calcos y de extranjerismos innecesarios.